martes, 21 de diciembre de 2010

"TUS ENFERMEDADES SON PERDONADAS"

Mateo

Capítulo 09

9:1 Entonces, entrando Jesús en la barca, pasó al otro lado y vino a su ciudad.
9:2 Y sucedió que le trajeron un paralítico, tendido sobre una cama; y al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: 
Ten ánimo, hijo; tus pecados te son perdonados.
9:3 Entonces algunos de los escribas decían dentro de sí: Este blasfema.
9:4 Y conociendo Jesús los pensamientos de ellos, dijo: 
¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones?9:5 Porque, ¿qué es más fácil, decir: Los pecados te son perdonados, o decir: Levántate y anda?9:6 Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dice entonces al paralítico): Levántate, toma tu cama, y vete a tu casa.
9:7 Entonces él se levantó y se fue a su casa.
9:8 Y la gente, al verlo, se maravilló y glorificó a Dios, que había dado tal potestad a los hombres.

Volvemos otra vez a Mateo el capítulo 9 y todos los días seguiré insistiendo en que el perdón de pecados y la sanidad de enfermos fueron dos cosas INSEPARABLES en el ministerio de Jesús. Aquí tenemos otro ejemplo claro en donde Jesús nos enseña que él tenía potestad o autoridad para hacer ambas cosas. En esta oportunidad no es el mismo enfermo el que se presenta delante de Jesús para pedir por sanidad. Si leemos el verso 2, dice que le trajeron un paralítico. y, en el capítulo 2 de Marcos podemos leer la misma historia y  dice que fueron 4 amigos que lo trajeron y como la casa estaba llena de gente, no podían entrar, así que hicieron un forado por el techo y bajaron al paralítico y lo pusieron delante de Jesús. Por eso, dice que Jesús vio la fe de ellos, de los amigos que no se detuvieron al ver la casa llena y que no podían entrar, sino que hicieron algo más. De eso hablamos cuando decimos que la fe es una acción, que la fe te lleva a hacer algo, porque estás seguro de lo que crees y sabes que algo pasará. Otra cosa que podemos ver aquí es que lo primero que Jesús le dice es: TUS PECADOS TE SON PERDONADOS. El hombre estaba postrado en una cama, paralítico y Jesús le dice que sus pecados son perdonados, no debió decirle: TUS ENFERMEDADES TE SON PERDONADAS. Trato de decirlo de una forma diferente, pero, me refiero que lo que este hombre necesitaba era sanidad en ese momento. Estoy seguro que si Jesús hubiera dicho esa frase, más personas estarían seguras de que la sanidad de sus cuerpos es la voluntad de Dios y menos personas estarían enfermas y muriendo muy jóvenes o en el tiempo que Dios no les ha determinado. Dios dijo: De larga vida te satisfaceré y te mostraré mi salvación. Creemos rápido en el perdón de nuestros pecados, pero nos cuesta creer que Dios quiera sanarnos o “PERDONAR NUESTRAS ENFERMEDADES”.
Creo que Jesús sabía que la mayoría pensaba que las enfermedades eran producidas por el pecado o se dio cuenta que este hombre podría tener algo en su vida que le hacía pensar que no merecía ser sanado. Igual que en la actualidad, mucha gente piensa que no merece ser sanada por algo que hizo o por algún pecado con el que está tratando en su vida. Jesús quiso sacar de en medio cualquier cosa que pudiera impedir que este hombre fuera sanado y que su fe pudiera estar al tope para recibir su sanidad completa. Jesús nunca dejó  de hacer algo por una persona que le pidió sanidad, nunca le dijo en el cielo ya no habrá enfermedad o sigue soportando que Dios te quiere enseñar algo o te lo mereces por pecador. SIEMPRE hizo algo por la gente que se lo pedía. Si se lo pedían era porque creían en él y sabían que él podía hacer algo por ellos.
Cuando él le dice a este hombre que sus pecados son perdonados, los fariseos comienzan a decir entre ellos: Que se cree este, solo Dios puede perdonar. Jesús se da cuenta de lo que pensaban y hace una declaración tremenda: ¿Qué es más fácil, decir: Los pecados te son perdonados, o decir: Levántate y anda?Nuevamente Jesús nos enseña que él tiene AUTORIDAD o potestad para hacer las dos cosas. Jesús en pocas palabras, nos está diciendo: Puedo perdonar pecados de la misma manera que puedo sanar a los enfermos, ¿Qué puede ser difícil para mí? Esto nos da la confianza total de que con la misma facilidad que Jesús perdona nuestros pecados, con la misma facilidad sana nuestras enfermedades. Solo tenemos que creerlo y recibirlo. Y finalmente, dice que cuando el hombre fue sanado, la gente se maravillaba que Dios les haya dado tal potestad o autoridad a los hombres. Recordemos que Jesús caminó en esta tierra como hombre, muchos piensan que él hizo todo eso porque era Dios, pero el libro de filipenses dice que él no estimó el ser igual a Dios como una cosa a la cual aferrarse, sino que se despojó de su deidad y se hizo como uno de nosotros (Un hombre). La clave fue que Jesús caminó en el poder del Espíritu Santo, por eso que hizo todos esos milagros, y nosotros tenemos el mismo Espíritu Santo y podemos hacer lo mismo que Jesús hizo, si hemos recibido a Jesús como nuestro Señor. No quiere decir que somos iguales que Jesús, pero tenemos la misma autoridad y los mismos beneficios. Somos herederos de Dios y coherederos juntamente con Jesucristo.
Si has hecho a Jesús el Señor de tu vida has heredado todo lo que Dios nos ha dejado, y si aún no has proclamado a Jesús como tu Señor y quieres recibir todos estos beneficios, solo necesitas tomar una decisión, si quieres proclamarlo AHORA, haz está oración de todo tu corazón:  


 Padre nuestro que estás en los cielos, este día me acerco a ti para proclamar a Jesús como mi Señor y Salvador, te pido que perdones todos mis pecados y que entres en mi vida. Te abro mi corazón para que entres y hagas de mí la persona que tú quieres que sea. Amén

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