Isaías
Capítulo 53
53:3 Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.
53:4 Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.
53:5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.
53:4 Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.
53:5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.
En estas fiestas navideñas, se realizan muchos preparativos, la gente quiere tener todo preparado para disfrutar en familia este día tan especial, compran muchos regalos para que todos reciban algo y preparan cosas muy ricas para que la mesa esté llena y compartir juntos un rato agradable. Pero, muchas veces olvidamos el centro de esta celebración. El personaje central de la navidad es Jesús, celebramos el nacimiento del salvador, pero entre tanto preparativo, compras y demás, olvidamos EL REGALO MÁS IMPORTANTE de la celebración: JESÚS.
Todos los preparativos que hacemos para estas fiestas están bien y son bonitos, pero debemos hacer todo esto sin olvidar que el homenajeado es Jesús. Celebramos el nacimiento del salvador, y con esto, el principio de una nueva etapa, donde se cumplirían muchas de las promesas que Dios había hecho para su pueblo. Una de estas y la más importante en la historia de la humanidad, es que Dios, el creador del universo, decidió venir a la tierra en forma humana, enviando a su propio hijo, para salvar al mundo y librarlo del pecado, muriendo en una cruz como un delincuente. Y no sólo eso, sino que en el tiempo que estuvo aquí en la tierra, caminó haciendo milagros extraordinarios para que se cumpliese lo que dijo Isaías en este pasaje: FUE MOLIDO POR NUESTROS PECADOS Y POR SU LLAGA FUIMOS CURADOS.
Que esta navidad sea un tiempo de pasarla en familia, de compartir muchas cosas juntos, pero, que también sea un tiempo de recordar el regalo MAS GRANDE que Dios nos ha dado: EL SALVADOR. Jesús nació y fue un bebé, pero recordemos que creció, vivió haciendo señales y maravillas, murió en una cruz para salvarnos y RESUCITÓ para confirmar nuestra fe y quedarse con nosotros hasta el fin de los tiempos. Él está vivo hoy y quiere estar con nosotros en cada paso que damos para ayudarnos y librarnos de cualquier circunstancia, por más difícil que sea. Jesús dijo: Yo soy el camino, la verdad y la vida, nadie viene al Padre sino es a través de mí. Si tú tienes a Jesús en tu vida, tienes la vida de Dios en ti, pero si tú aún no has proclamado a Jesús como tu Señor, y quieres tener la vida de Dios dentro de ti, solo debes tomar una decisión. Si quieres tomar esa decisión HOY, haz esta oración de todo tu corazón:
Padre nuestro que estás en los cielos, este día me acerco a ti para proclamar a Jesús como mi Señor y Salvador, te pido que perdones todos mis pecados y que entres en mi vida. Te abro mi corazón para que entres y hagas de mí la persona que tú quieres que sea. Amén
Ahora, haremos algo más. Si has hecho esta oración, Dios ha entrado en tu vida, y su Espíritu Santo está en ti para siempre. Ese es el regalo más grande, la salvación de nuestras almas, pero Dios quiere darte un regalo adicional, y este es la salvación de tu cuerpo, ÉL QUIERE SANARTE AHORA.
Si tú tienes una enfermedad, si estás atravesando por cualquier problema en tu cuerpo o en tu mente, yo me voy a poner de acuerdo contigo y con Dios y voy a hacer una oración de fe por ti, y conforme a tu fe, a lo que estás creyendo te sea hecho:
Padre, en el nombre de Jesús yo declaro sanidad en cada una de las personas que están leyendo este mensaje en este momento y mandó a cualquier espíritu de enfermedad que los deje libres ahora, toda célula o raíz de enfermedad, le ordeno por la autoridad que Dios nos ha dado a través de su hijo Jesús que se seque y muera. Declaro sanidad total y completa en sus cuerpos en el nombre de Jesús, por su sangre derramada en la cruz del calvario, por la palabra de Dios que es vida y medicina para nuestro cuerpo y por el Espíritu Santo que está en nosotros y hace su obra completa. Lo creemos AHORA, en el nombre de Jesús, AMÉN.
No hay comentarios:
Publicar un comentario