domingo, 5 de diciembre de 2010

DECLARACIONES DIARIAS QUE PODEMOS HACER

Hoy vamos a hacer algo diferente y voy a escribir algunas confesiones o declaraciones acerca de lo que Dios es para mí, lo que soy a través de la obra de Jesús, lo que Dios ha hecho por mí y lo que yo puedo hacer en Cristo Jesús. Siempre he tratado de referirme a nosotros en cada tema que hemos tratado, pero, esta vez, hablo de una forma personal porque me gustaría que ustedes lo hicieran como una tarea, como un ejercicio práctico. Pónganse delante de su computadora o tomen una hoja de papel y un lapicero o simplemente hablen en voz alta sin tener la Biblia ni ningún otro libro y comiencen a escribir o hablar lo que Dios es para ustedes, lo que Dios ha hecho por ustedes y lo que ustedes son y lo que pueden hacer con la autoridad que Dios les ha dado. Esto no es para saber quién sabe más, sino para que cada uno de nosotros podamos saber que tan preparados estamos para resistir los dardos del enemigo. La Biblia dice que el enemigo nos ataca con dardos de fuego y parte de nuestra armadura es nuestro escudo de la Fe, es decir, que nuestra Fe nos defiende de esos dardos (pensamientos negativos, síntomas, mentiras, temores, etc.) y otra parte importante de nuestra armadura es la espada de nuestro Espíritu que es la palabra de Dios. La Fe nos defiende, pero la palabra es la espada que no solo sirve para defendernos, sino también para atacar. Si solo tenemos el escudo (Fe) siempre nos vamos a defender y soportar el ataque, pero si tenemos además la espada (La Palabra) vamos a defendernos y a contraatacar. Es muy difícil que una persona gane una batalla solamente defendiéndose sin atacar. Tampoco es nuestra intención juzgar a las personas si saben mucho o saben poco, nuestra intención es que si nos damos cuenta que nos falta, entonces debemos tomar un tiempo mayor para orar y leer la palabra de Dios y meditarla para esta preparados cuando vengan esos dardos a atacarnos. Y si nos damos cuenta que si tenemos la palabra en nuestro corazón sigamos perseverando y ayudemos a otros para que puedan hacer lo mismo. Es necesario tener la palabra en nuestro corazón porque cuando esos dardos vengan estaremos listos para resistirlos y contraatacar, pero si cuando esos dardos vienen, recién queremos tomar la Biblia y buscar una palabra que nos ayude es mucho más difícil. Es mejor estar preparados cuando esos dardos vengan, que comenzar a prepararse en medio de la batalla, porque  tendremos que utilizar un mayor esfuerzo para salir victoriosos.
Estamos listos:
Yo sé que soy un hijo de Dios, nacido de simiente incorruptible por la Palabra de Dios que vive y reyna para siempre, Dios es mi Padre y me ama, Dios no es hombre para que mienta ni hijo de hombre para que se arrepienta, él ha dicho y así lo hará, habló y lo ejecutará, él es mi fortaleza, mi escudo, mi paz, mi justicia, mi Dios siempre presente, él es fiel y justo, él es bueno y para siempre es su misericordia, él es el mismo ayer, hoy y por los siglos, Él es mi  sanador, Él es el mismo ayer hoy y por los siglos, Él no cambia, Jesús se llevó mis enfermedades y dolencias en la cruz, por su llaga he sido curado, él es quién perdona todos mis pecados, él que sana todas mis dolencias, sus palabras son vida y medicina para mi cuerpo, ciertamente llevó el mis enfermedades y sufrió mis dolores y yo le tuve por azotado, por herido de Dios y abatido, mas él herido fue por mis rebeliones, el castigo de mi paz fue sobre él y por su llaga yo he sido curado. Yo soy el templo de Dios, él vive en mi, su espíritu santo maravilloso vivifica mi cuerpo mortal, él le da vida a mi cuerpo, él me ha dado autoridad para hollar, pisar serpientes y escorpiones y sobre toda fuerza del enemigo y nada nos dañará, yo no moriré sino que viviré y contaré las grandezas de mi Dios, etc. 
Podemos seguir pero nuestra intención es solo motivarlos a hacerlo, tal ves no podemos hacerlo todos los días, pero poco a poco lo lograremos y esa es nuestra intención , que todos estemos preparados para la batalla en el momento indicado. Y la fuerza de personalizar estas declaraciones es que te hacen darte cuenta que Dios lo hizo por tí. Y cada uno de nosotros podemos tener nuestras propias declaraciones y en el lugar que sea repetirlas constantemente hasta que se hagan parte de nuestras vidas. Eso es meditar en la palabra. 

Si tu quieres saber más de Dios y entender su palabra, necesitas tener a Jesús en tu corazón. La Biblia dice que el que tiene al hijo tiene al Padre. Así, que si quieres abrirle tu corazón y dejar que él entre en tu vida y la cambie por completo solo necesitas tomar una decisión.

Si esta es tu decisión, si quieres hacer a Jesús el Señor de tu vida, Haz está oración de todo tu corazón:
Padre nuestro que estás en los cielos, este día me acerco a ti para proclamar a Jesús como mi Señor y Salvador, te pido que perdones todos mis pecados y que entres en mi vida. Te abro mi corazón para que entres y hagas de mí la persona que tú quieres que sea. Amén

No hay comentarios:

Publicar un comentario