martes, 30 de noviembre de 2010

COSAS PRÁCTICAS: CONTROLANDO NUESTRA MENTE

Ayer hablamos acerca de cambiar nuestra forma de pensar o renovar nuestra mente. Hoy veremos de una forma práctica como controlar nuestra mente o los pensamientos que vienen y muchas veces quieren desanimarnos o hacernos sentir mal.
En primer lugar, debemos identificar cuando un pensamiento, idea o algo que escuchamos es de Dios o no. Si ese pensamiento trata de hacernos sentir mal, quiere desanimarnos o no nos ayuda  a enfrentar la enfermedad, entonces no es de Dios y en ese mismo instante tenemos que eliminarlo de nuestra mente. Siempre que venga algo así a nuestra mente debemos enfrentarlo con una palabra que sea todo lo contrario. Por ejemplo: Si viene un pensamiento de miedo o temor,  debemos decir que Dios no nos ha dado espíritu de temor, sino de poder, amor y dominio propio; si viene un pensamiento de muerte, decir yo no moriré sino que viviré y contaré las obras de Dios, etc. nunca debemos aceptar esos pensamientos y quedarnos callados meditando en ellos porque sin darnos cuenta, estaremos tan seguros de que son una realidad para nosotros y los estaremos viviendo. El peor error que podemos cometer es quedarnos callados. Ahora no se trata solo de repetir o recitar palabras que contradigan esos pensamientos, se trata de que esas palabras debemos meditarlas todos los días para que se hagan una realidad en nuestra vida, de tal manera que cuando cualquier pensamiento negativo quiera atacarte, esas palabras que meditamos salgan como una espada para contraatacar y destruyan esos malos pensamientos.
El capítulo 4 de Lucas empieza con un ejemplo claro de esto, y es cuando Jesús es tentado por el enemigo, el cual quería destruirlo, pero cada vez que el enemigo trató de tentarlo, Jesús le respondió: ESCRITO ESTA. En otras palabras le estaba diciendo: DIOS DICE. Y esa es la misma forma en la que nosotros debemos actuar frente a cualquier pensamiento que quiera destruirnos o deprimirnos, DIOS DICE.
¿Por qué es tan importante sacar estos pensamientos negativos de nuestra mente? Porque lo que tratan de hacer es deprimirnos, y es sabido en la actualidad que la depresión baja nuestras defensas y al bajar estas, quedamos expuestos para que la enfermedad ataque con más fuerza. Recordemos que solo el tratamiento no hace efecto, debe estar acompañado de nuestra actitud correcta para ser efectivo. Dios lo dijo hace miles de años de esta manera: El corazón alegre constituye buen remedio; más el Espíritu triste seca los huesos. Proverbios 17:22
La Palabra de Dios no es religión, la religión la creó el hombre, Dios lo que nos da es una guía para toda nuestra vida y para enfrentar cualquier circunstancia que quiera atacarnos. Jesús dijo: Un MANDAMIENTO NUEVO os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros (Juan 13:34). Y en otro pasaje dice que el amor no hace daño al prójimo, así que el cumplimiento de la ley es el amor. No se trata de hacer cosas buenas o cumplir ciertos requisitos para alcanzar las bendiciones de Dios, se trata de amar a los demás, y cuando amas a los demás nunca vas a querer hacerles daño, por lo tanto no vas a trasgredir la ley de Dios. Pero lo haces por amor y no por temor. Dios es amor y nos ama tanto que ha dejado su palabra para protegernos y no para quitarnos las cosas “mas deliciosas” de la vida. Si Dios nos pide que no hagamos algunas cosas es para protegernos porque Él sabe las consecuencias que vendrán a nuestra vida si lo hacemos. Por ejemplo: Si nos dice que no robemos, es porque Él sabe que si lo hacemos en cualquier momento terminaremos en la cárcel o muertos en algún tiroteo. Dios siempre hace las cosas por amor y su palabra es la mayor muestra de amor para nosotros:
De tal manera AMÓ Dios al mundo que ha dado a su hijo unigénito para que todo aquel que en Él crea no se pierda, más tenga vida eterna. (Juan 3:16)
Si queremos conocer y entender su Palabra tenemos que tener en nuestra vida al autor de ella. Su Palabra dice que el que tiene al hijo tiene también al Padre, pero el que no tiene al hijo tampoco tiene al Padre. Si tú quieres tener a Jesús en tu vida solo necesitas tomar una decisión.
Si esta es tu decisión, si quieres hacer a Jesús el Señor de tu vida, Haz está oración de todo tu corazón:
Padre nuestro que estás en los cielos, este día me acerco a ti para proclamar a Jesús como mi Señor y Salvador, te pido que perdones todos mis pecados y que entres en mi vida. Te abro mi corazón para que entres y hagas de mí la persona que tú quieres que sea. Amén

No hay comentarios:

Publicar un comentario